El susurro del grupo (parte II)

 (Continuaciòn)

Publicado en : https://septg.eu/symposiums/51-symposium-septg

 Escrito posterior al Symposium de la SEPTG, 2024

 Mario Jorge Buchbinder

Médico, Psicoanalista, Psicodramatista. Escritor, Poeta. Fundador y Director del Instituto de la Máscara junto con Elina Matoso. Miembro fundador de la Sociedad Argentina de Psicodrama.



4. Situaciones clínicas

a - Gesto. Sueño. Escena. Palabra. Gesto anodino

En un grupo de formación una participante relata un sueño, pero dice, que es de poco importancia, porque simplemente recuerda una imagen, cuando estaba por abrir una puerta. Le pregunto si lo quiere dramatizar y responde que sí aunque sin mucha convicción de que pueda sacarse algo de ese sueño. Le propongo que repita el movimiento que hizo al abrir la puerta, lo hace con la mano al tomar el picaporte para poder abrirla. 

Podemos señalar el primer gesto, cuando relata el sueño sin convicción, el segundo gesto, cuando trata de abrir el picaporte, el tercero, lo hace cuando le propongo que incorpore todo el cuerpo al hacerlo. Cuenta las características de la puerta que es de metal con vidrio y es la puerta de un edificio. Le propongo que continúe con la acción, me dice que no recuerda más nada, le sugiero que puede ser un relato de la realidad o una ficción, entonces continúa y al abrir la puerta se encuentra con dos personas. Una de las dos personas era una amiga, con quien ella tenía mucha relación en el momento que se separó de su marido. En ese momento empezó a relatar los temas que sucedieron durante la separación. 

Se produce el pasaje del relato del sueño, al gesto con la mano, la característica de la puerta, el encuentro con la amiga, un relato de su separación, dramatización del encuentro con la amiga y momentos de su separación, elección de máscaras para representar a sus amigas y a su ex marido.

Pasa de un relato de un sueño anodino, al movimiento corporal del gesto, la significación de la apertura de la puerta y de la aparición de las amigas y el ex marido ampliación de relato y dramatización como modo de pasaje de lo imaginario y lo simbólico.

 

b - Muebles en una sesión de un grupo terapéutico

Marta cuenta que está por mudarse pero que previamente está viendo si puede ubicar los muebles y que los está corriendo, primero, los pone en una posición, luego en otra.

 Le pregunto si quiere dramatizar ese relato, me dice que sí, le pido que ella elija a sus compañeros del grupo para representar alguno de los muebles. Así que uno representa la cama, otra la mesa del comedor, otros algunas sillas y otro es una lámpara de pie. 

Sugiero que hagan el gesto de trasladar y se ve el esfuerzo que hacen con un mueble y con el otro y la diferente actitud corporal. Se cambia de roles y ella representa uno de los muebles y su compañero del grupo toma el rol de ella. (Técnica psicodramática de cambio de roles).

Del gesto se pasa a los comentarios de ella y también el de sus compañeros, haciendo los distintos roles y el por qué de las máscaras. Les propongo que elijan máscaras. Aquí les propongo que no queden pegados al relato sino que hagan un gesto, a partir de la máscara elegida por la protagonista. De tal manera, las palabras toman una cierta distancia con respecto a la temática que la protagonista había traído, de ese modo amplía y se genera una apertura de las significaciones del relato repetitivo de la mudanza, de los muebles y de la carga simbólica que los muebles tenían en su casa. 

Sí bien el cuerpo está siempre presente en toda sesión de grupo, al dramatizar y representar con su propio cuerpo, el cuerpo de sus compañeros, el peso que tiene para ellos, cada uno de los muebles. También las significaciones directas relacionadas con esos muebles y la mudanza, y por otro lado, con un grado de distanciamiento mayor.

Las palabras desde las máscaras que ella había elegido, sumado a la participación de sus compañeros, fue un momento de dilucidación frente a lo que Marta se planteaba. Fue significativo también la incorporación de los imaginarios de sus compañeros. 

Las máscaras ayudaron a abrir a otras significaciones y poder adentrarse en las fantasías que Marta tenía acerca de los muebles, la mudanza y al grupo. 





5. Temas grupales 

Destaco tres aspectos en la clínica grupal: 

A: - La complejidad de lo grupal. Relación entre lo uno y lo múltiple

B: - Elementos de simbolización y creación

C: - Definición de una poética en el que está incluido (el sentido, los sentidos, la significancia y el texto) y que implica al psicoterapeuta, a los integrantes del grupo y al grupo como un todo. 

En estas líneas, me refiero a la complejidad de la situación grupal, a la intensidad de lo real y también, cómo son imprescindibles la utilización de determinados dispositivos que posibiliten el pasaje a lo real, lo imaginario y lo simbólico. Estos dispositivos están siempre presentes en la situación grupal y es necesario que el coordinador los tenga en cuenta.

El coordinador utiliza una serie de objetos, estos son analizadores, que forman parte de su poética. Ésta puede ser facilitadora o entorpecer el trabajo analítico. El tener en cuenta, las poéticas, el estilo de los integrantes del grupo y el grupo como un todo, facilita el análisis grupal y le permite orientarse en las vicisitudes de la sesión. 

Hay una oscilación entre un orden y un caos, entre la estructuración y la desestructuración. El grupo implica la vincularidad, el otro, la fragmentación, las “imagos”, los fantasmas.

El grupo es el reino de la unidad y la fragmentación.

El otro implica el otro interno, por ejemplo desde la segunda tópica ( Freud) el yo, superyó, el ello, y el cuerpo puede ser tomado como un otro.

 Las instancias de fragmentación (ver cuadro 2) son sumamente importantes en los grupos; de la misma manera cuando me refiero a la oscilación entre la estructuración y la desestructuración, la fragmentación estaría en la columna de la desestructuración, considero que hay un entrelazamiento con la pulsión de vida y pulsión de muerte. Cuando el grupo está muy desestructurado la función del coordinador debe tender hacia posibilidades de la estructuración y a la inversa cuando está muy estructurado la posibilidad de la desestructuración. 

Situación clínica: En un grupo prima “la ilusión de completud” y puede generarse una estructuración alrededor de ésta, pero el coordinador puede orientar hacia deconstruir esa ilusión de completud, sabemos que si ésta no es elaborada lleva en sí al enmascaramiento de los aspectos agresivos en el interior del propio grupo, ya sea en la transferencia centrípeta, sobre el coordinador o a la transferencia lateral, sobre los otros miembros del mismo.

 

6. La oscilación

La oscilación entre distintos aspectos del grupo, como aquellos que figuran en el cuadro 2, generan una situación significativa que tiene que ver con los procesos de elaboración y de reparación. 

Se genera un cierto movimiento pendular.

También en el juego del carretel (del fort da) que realiza un niño desde la cuna, según la descripción de Freud (ver Mas allá del principio del placer.), en el cual cuando se aleja dice "fort” y cuando se  acerca dice “da”, cómo si estuviera significando el alejamiento y el acercamiento del objeto. Parece como que en ese juego está elaborando aquellos momentos en los que la madre se va y vuelve, transforma lo que sufre pasivamente en algo activo.

Me pregunto si el juego de las significaciones entre los conceptos que incluyo en el cuadro 2 no son también caminos de elaboración, independientemente de tomar partido por uno u otro de esos dos aspectos. La oscilación en sí, en ese juego, genera aperturas a la verdad, tanto del sujeto, como del grupo, como en lo sociocultural.

 

Situación clínica: Oscilación entre la desestructuración y la estructuración

En un grupo, sus integrantes eligen máscaras y luego se las colocan en el rostro. Cada uno de los integrantes incorpora palabras que no forman frases entre sí, son totalmente aisladas, así como son aislados sus movimientos y su ubicación en el lugar, donde transcurre la sesión. (A este modo de escenas las denomino Protoescenas)  El coordinador percibe una cierta desestructuración entre los integrantes y algunos grados de angustia. En su contratransferencia también la siente. Toma conciencia de la desestructuración y decide hacer lo que él considera que puede llevar a la estructuración. Les propone que cada uno explicite con que se conecta. Pasa de un lenguaje primario a uno secundario, donde los relatos de cada uno llevan a la posibilidad de un relato compartido y una inteligibilidad particular.

La palabra fantasma incluye las fantasías como construcciones imaginarias y los personajes imaginarios que son la materialidad de lo psíquico y son partes de la materialidad del grupo. La materialidad del grupo incluye la presencia de los integrantes, la espacialidad, las significaciones, los objetos, la fantasía y el fantasma.

 No hemos dejado de observar en los grupos fantasías grupales que pueden traducirse en comentarios, escenas u otros modos de expresión y también expresarse como fantasías individuales de cada uno de los integrantes.

 

En mis elaboraciones jerarquizo la importancia de que el grupo es el reino de la unidad y la fragmentación. 

La fragmentación puede tener que ver con las fantasmáticas de los integrantes del grupo, con las temáticas de cada uno de ellos y por otro lado, con la unidad como modo de ligazón entre las diferentes temáticas, imágenes, fantasmas de cada uno, y al mismo tiempo con el imaginario del grupo como un todo o como un fragmento. 

 

Vuelvo a mencionar el cuadro 2 donde incluyo de un lado la fragmentación, la desestructuración, lo dionisíaco, las escenas simultáneas, la carnavalización, lo real, el lenguaje originario y primario, la pulsión de muerte; y por otro lado en la columna de la derecha el lector podrá encontrar, la estructuración, lo apolíneo, la escena como un todo, el psicodrama y lo teatral, lo imaginario y lo simbólico, el lenguaje secundario, la pulsión de vida.

Todo grupo debe tener grados de estructuración para poder existir. La oscilación entre estructuración y desestructuración empezó a adquirir importancia en los grupos, especialmente en relación a la máscara.

 

7. Máscaras

La máscara implica un modo de relacionarse con aspectos del sujeto que podrían conectar con la desestructuración. Poder encontrar aspectos ficcionales con la máscara que pudieran salir de la dictadura de la unicidad y del relato único para poder así, abrir a aspectos de la personalidad, reprimidos e inconscientes. 

Investigamos que al finalizar una sesión con máscaras es beneficioso oscilar hacia la estructuración. Me estoy refiriendo a no finalizar la sesión con grandes grados de desestructuración. Ahí la palabra oscilación es muy importante.

Está claro que con determinados pacientes que ya tienen grados grandes de desestructuración, el trabajo sería enfocado en el sentido de la estructuración y a la inversa, cuando alguien está muy estructurado, poder trabajar con la desestructuración: y esto depende del momento clínico y también del momento grupal. 

 

Situación clínica: modos de oscilar hacia la estructuración

 Un grupo puede organizarse alrededor del tema de uno de los integrantes o alrededor de un tema construido en común y luego puede darle una estructura, caracterizada por un tiempo de comienzo, de desarrollo y fin. De la misma manera al trabajar con una escena desde el punto de vista psicodramático o teatral lleva a definir los personajes y su accionar. El trabajo corporal puede orientarse también en el sentido de la estructuración.













Cuadro 2  Entre la desestructuración y la estructuración

 Desestructuración

 Estructuración

Fragmentación

Unidad

Dionisiaco

Apolíneo

Escenas simultáneas

Escena como un todo

Carnavalización

Teatro / Psicodrama

 Real

 Imaginario y simbólico

Lenguaje originario y primario

Lenguaje secundario

Pulsión de muerte

Pulsión de vida

 

Según la mirada del coordinador puede acentuar uno de los lados o puede oscilar entre uno y otro. La oscilación en sí tiene una función creativa y/o terapéutica. Independientemente de la función del coordinador, el grupo puede oscilar entre una y otra columna, como se ve en el cuadro 2, de este modo se oponen y se entrelazan los términos de las dos columnas.

No se puede desconocer ni denegar las pulsiones de vida ni de muerte, las primeras generan lazos de unión, erógenos; las segundas se relacionan con dominios y agresiones. 

Hay un movimiento de oscilación entre los elementos y las columnas, movimiento continuo como el de la barca sobre la mar y se asemeja al movimiento pendular de los grupos, la vida y la muerte.  Winnicott lo ha destacado en su texto: “El odio en la contratransferencia”. No todo es amor ni odio, se entrelazan. Quienes lo niegan caen muchas veces en la ilusión imaginaria de la unilateralización del amor o del odio o de lo bueno y lo malo que puede llevar a un moralismo reductivo.


8. La escena

Incorporo  un fragmento sobre la escena de mi libro “Poética de la cura”,  dado que en este párrafo hay explicitados conceptos que desarrollo en este trabajo. 

Escena

Lo escénico se refiere a un modo de análisis y de estructuración de la realidad. La sociedad del espectáculo representa la versión posmoderna.

Lo escénico tiene que ver con el psicoanálisis, el psicodrama y lo teatral. Pero no sólo. Es abrir a la escena, como espacialización y contundencia de lo real y de la fantasía.

Escena primaria, secundaria, de la fantasía, de la realidad, de la historia de un sujeto, de un personaje; escena de un grupo, de una institución, escena histórica, mítica, cultural.

La escena en su estructura clásica se define por el conflicto, los roles, el protagonista, el texto y su desarrollo (Principio, desarrollo y fin)

Las protoescenas son aquellas donde parece que hay un cuerpo parcial o fragmentado, con lógicas de su desarrollo escénico que tienen que ver con la lógica del proceso primario, por ejemplo, un objeto puede ser de una manera y al mismo tiempo ser su opuesto: hombre-mujer, vivo-muerto, actor-espectador, etc. y a su vez establecen una relación particular entre la palabra, los objetos y el cuerpo.

Las protoescenas dada las particularidades de su estructuración, no siempre son reconocidas en su carácter escénico. Requieren para su interpretación el explicitarlas, reconstruirlas y pautar un código discursivo, debido al grado de condensación fantasmática, se alejan de la lógica secundaria, ideica, responden más a la lógica del sueño; se asemejan al modelo del pictograma. En la reconstrucción es indispensable el aporte de los protagonistas ya que las protoescenas suelen ser flashes de situaciones, con altibajos en los contenidos emocionales y muy diferentes las percepciones que despiertan en cada uno.

La Protoescena habita las vacilaciones de la existencia, lo imponderable del conflicto de la cotidianeidad, lo impredecible de los síntomas en los cuadros psicopatológicos.

La protoescena “busca” la repetición interminable o la elaboración y el pasaje a ser escena con la inclusión de un relato discursivo o el encuentro con otro territorio donde hallar sentidos. La protoescena es la vestidura de la pulsión.

La mirada sobre lo escénico tiene en cuenta el decir en situación, en un espacio particular (el escenario), donde el cuerpo, el sujeto y el otro son iluminados por esa mirada particular.

Confluyen en el modo de encarar la escena, lo teatral, el psicoanálisis, el psicodrama y otras disciplinas. 

Hay una verdad producida por la acción dramática que es un revelar la subjetividad y la relación con el otro. Iluminación de un decir y un hacer que trasciende el hecho en sí, aunque debe contar con éste.

 Destacamos la escena latente y la manifiesta. La escena latente se revela y descubre en el correr de la escena manifiesta. Ambas están entrelazadas. La primera, ausente, no deja de producir efectos. Podemos decir lo mismo de la escena de la realidad y de la fantasía; pero es importante diferenciarlas.

Las escenas sincrónicas ocurren en un determinado tiempo en simultaneidad; en las diacrónicas, se destacan la diferenciación en el tiempo en el que van ocurriendo: presente, pasado y/o futuro. Aunque la temporalidad es compleja y el presente puede actuar sobre el pasado (retroacción).

Las escenas pueden tener distintos orígenes y grados de estructuración. Podemos denominarlas: originarias, primarias y secundarias, en relación con conceptualizaciones de Piera Aulagnier.

 

9. Susurros del grupo 

Me refiero a aquello qué sucede con el coordinador en el acto de la conducción grupal y también a lo que ocurre con los integrantes del grupo. 

En una situación grupal nos podemos preguntar cuando aparece una situación de fragmentación, en la cual parece haber un vacío, como si no estuviera el alma de un grupo. Hay otros momentos en que el coordinador (Utilizo indistintamente coordinador, psicoanalista, director sabiendo que cada uno de estas denominaciones son parciales en cuanto a poder salvar la autonomía y la creación de los participantes) siente que hay algo de la construcción y del lenguaje grupal que están teniendo lugar. No me estoy refiriendo a qué en un momento, hay destrucción del grupo y que en el otro hay una ilusión de completud. Salvando estas dos vicisitudes, cómo poder darle palabra a este momento en que podemos denominar que está ocurriendo un fenómeno grupal. Algo similar sucede en una conversación, en el deporte, en un arte presencial e incluso en la escritura y en otras situaciones. Sucede lo contrario, por ejemplo, en el boxeo que en el primer round un boxeador deja noqueado al otro, en el fútbol también cuando en los primeros instantes, hay un gol, puede ser un gol de media cancha o entrando en el área. En un concierto en que en los primeros compases parece no vislumbrarse el espíritu de la obra, hasta que se produce un cambio. El psicodrama trata de salvar esto, con el caldeamiento inicial, para luego entrar a la dramatización propiamente dicha. Algunas veces esto ocurre, pero no siempre, el caldeamiento genera esa intensidad en la escena. 

Lo mismo sucede en la coordinación grupal, parece haber sentidos compartidos, comunicaciones entre algunos miembros del grupo y con todo el grupo y otros momentos donde esto decae. 

Roland Barthes se refiere al mismo fenómeno cuando menciona el susurro del lenguaje. Cita el sonido de un motor cuando funciona bien, el juego de los chicos; opone al susurro, el farfullar, en el que hay un ruido que parece no pertenecer al libre funcionamiento de un conjunto. Podemos decir que hay una determinada armonía en un grupo, pensando en distintos tipos de armonía, que en ese momento están en conjunción.

Algunos se refieren a este pasaje como una situación mágica. No lo descarto, pero trato de denominarlo con otros lenguajes.

Podría relacionarse con la tele de Moreno, o el momento del campo transicional al cual se refiere Winnicott. 

Puedo referirme a algunos de los circuitos que parecen estar en consonancia y existir un pasaje de uno al otro: objeto interno, transicional y objeto externo, proceso originario primario y secundario, desde Piera Aulagnier.

Otro pasaje puede suceder desde el movimiento corporal al gesto, a la protoescena y a la escena y al relato desde las experiencias que realizamos en el trabajo corporal, dramático con máscaras, también en el pasaje del movimiento corporal al gesto, a la construcción del mapa fantasmático corporal (es uno de los modos que tenemos de adentrarnos en lo corporal en su relación con la psique y el mundo), pasaje al uso de las máscaras, las escenas, las palabras.

En estas secuencias se pasa a un lugar de articulación de armonías, de significaciones, de elaboración de creación y podríamos pensarlo también de sublimación. 

Estos pasajes, de una situación a otra, podríamos denominarlos como desplazamientos, deslizamientos, oscilaciones, metonimias, sintagmas.

10. LO PRESENCIAL Y LO VIRTUAL

Sólo unas líneas sobre este tema.

Quiero señalar los cambios en la civilización con el predominio del celular y el bombardeo de imágenes. Aspectos de destrucción de la capacidad de reflexionar y la destrucción de los lenguajes y de aspectos de la corporalidad. Destrucción de identidades y dependencia en niños y adolescentes.Aumento de las dificultades familiares, Aspectos positivos en el modo de ser y la comunicación

No puedo dejar de mencionar en este trabajo la importancia que ha ido cobrando, por un lado con la implosión de los dispositivos electrónicos y junto con esto, posterior a la pandemia, la necesidad por conservar las instancias, las cuarentenas, la importancia de la virtualidad y del funcionamiento de los grupos en esta modalidad junto con lo presencial

¿Hay cuerpo en la virtualidad?

Sin ninguna duda. No es lo mismo que la presencia, pero no puede no haber

cuerpo si es que hay alma y seres humanos que están en interacción.

Independientemente del aplanamiento de la subjetividad ante la invasión de los

dispositivos, no hay duda que es una nueva modalidad de comunicación y de ser, que no podemos desconocer. Grupo y virtualidad es más que un capítulo, es una problemática del ser, la existencia y la relación con los otros.



11. Máscara y poética

 El tema de las máscaras como suele suceder no es solo una técnica sino que cambió los modos de trabajo y mi poética.  Con la poética, me refiero entre otros elementos a mi estilo de trabajo y de pensamiento.  Reafirma mi relación con el tema de la verdad, pensada no como absoluta e infinita, sino como particular y transitoria.

 Las máscaras las comenzamos a usar en un sentido expresivo y artístico, teatral y luego las incorporamos al campo terapéutico en terapias individuales, grupales, institucionales y familiares.  Llevó a la transformación de nuestros criterios acerca de la escucha, la relación con la escena, con la catarsis, con la elaboración, la acción y otros.

Llevó también a la transformación de nuestros criterios acerca de la palabra, en sus sonoridades, significaciones, a las escenas implícitas en la situación grupal y a las escenas dramatizadas.

La sesión psicoterapéutica tiene un momento de divagación de difícil enunciación. Badiou al definir el teatro dice que es una comunión entre una idea eterna y un azar que se cumple en cada función. (agrego también en cada sesión)

12.  Que tienen en común las diversas experiencias grupales  

Me refiero a los grupos terapéuticos, de reflexión, de formación, de docencia, en instituciones de educación primaria, secundaria, terciaria, universitaria y otras. y a los de trabajo corporal, teatral, y de las distintas profesiones. 

 

 Enumero experiencias y conceptualizaciones grupales

A.          La numerosidad, es decir, no es un sólo integrante, sino más de uno.

B. La multiplicidad de voces, cuerpos, imágenes, escenas, máscaras, textos. 

C. Escucha de esa multiplicidad y singularidad. 

D. Las escenas simultáneas

E. Diferenciación en partes y en singularidades y al mismo tiempo concatenaciones, encadenamientos o uniones. 

F. Se generan encuadres y modos de intervención. Atención flotante de la multiplicidad.

G. Modos de comienzo y finalización. Elección de los participantes en los grupos.

H. Espacialidades que generan determinadas geometrías. Se trata de no romper la multiplicidad de lenguajes y de expresiones. 

I. Temporalidades y ritmos. Algunos pueden tener diversas velocidades. Tener en cuenta lo originario, primario y secundario. 

J. En el grupo siempre hay individualidades y agrupamientos reales y fantasmáticos.

K. Presencia ineludible de amor, ternura, odio y agresión. Posibilidad de hacer transacciones entre ellas.

L. Técnicas y encuadre: de reflexión, concientización, formación, docencia, psicoterapia.

LL. Técnicas: dialógicas, corporales, dramáticas, de juego, de máscaras y otras.

M. Sentido de la cura y de las transformaciones creativas en grupo.

 

13. A modo de conclusión

Permitir que el discurso, de modelos repetitivos a nivel de cada integrante del grupo, pueda entrecruzarse con los otros modos de comunicación de los integrantes y con sus problemáticas. De tal manera que habilite que los campos imaginarios de cada uno (tanto por vía de la identificación, de la diferenciación y del distanciamiento), lleve a la posibilidad de construir un nuevo imaginario y pasar a los terrenos fértiles de lo simbólico.

Afirmo como conclusión, que lleva a resignificar el comienzo de estas líneas: el valor del grupo o uno de sus valores está en que el otro y los otros, transforman, el discurso encerrado de uno mismo, por lo cual permite ampliar el campo de sus significaciones.

Habilita al ser singular tener grados de libertad, no solo sobre el otro, sino especialmente sobre lo que lo atenaza en la historia impensada de cada uno. 

Así se revaloriza el grupo en el entrecruzado entre el ser singular y el ser plural. Es la posibilidad de revisar la historia de uno y del conjunto del grupo, de los vínculos y de lo sociocultural.

Uno de los aspectos más enriquecedores de lo grupal es la heterogeneidad de las presentaciones y de los discursos, de cada uno de los integrantes, sin la obligación a una síntesis o resumen final, sino permitir que se siga jugando esa multiplicidad de discursos y diferencias. Esta multiplicidad, está relacionada con la intertextualidad y con la posibilidad de un montaje mutante. (Barthes en “El grano de la voz”, bibliografía)

Recupero el juego de cada individuo en relación con los otros, los hilos de un tejido no terminado, en constante creación y producción.

La heterogeneidad explicitada especialmente en el  TLS  (Trabajo en lugares simultáneos), la encuentro también, en las posibilidades de que se encarnen en las singularidades y en la pluralidad, que se instituyen en las intervenciones y en las existencias en los grupos. Intento qué esas singularidades no sean aplastadas. Se trata de sostener la unidad en la diversidad. 





Bibliografía

Anzieu, D., El grupo y el inconsciente, Biblioteca Nueva, Madrid 1978.

Aulagnier, P., Los destinos del placer. Alienación, amor, pasión, Argot, Barcelona, 1984.

–La violencia de la interpretación. Del pictograma al enunciado, Amorrortu, Bs. As., 1977.

Badiou, A. Rapsodia por el teatro, Edit. Ágora, Málaga, España, 1993 

Barthes, R., El placer del texto y la lección inagural. Siglo XXI, México, 1986. - El susurro del lenguaje; Mas allá de la palabra y de la escritura, Editora Nacional.,Madrid, 2002. – El grano de la voz, 1983, Siglo veintiuno edit. Mexico.

Bion, W. R., Experiencias en grupos. Paidós, Bs. As., 1963.

Buchbinder, M. J. - La escena des / encontrada. Psicodrama. Clínica. Teatro. Poética.  Psicoanálisis. Máscara.  Ed de la Máscara, 2023; Poética del desenmascaramiento. Caminos de la cura. Planeta, Bs. As., 1993. - “Las Máscaras de las Máscaras. Experiencia expresiva corporal terapéutica.” en co-autoría con Elina Matoso, Edic. de la máscara, Bs As. 2011. - “Mapa fantasmático corporal, Ed de la Máscara, 2021; EUDEBA, 1994. “Poética de la cura”, Ed. Letra Viva, Bs As., 2011. –“Cuerpo y Psicodrama”, en Revista Argentina de Psicodrama y Técnicas Grupales,  Nº 2, año 3, mayo 1987, p, 24. –“Cuerpo, Psicodrama y Psicoterapia de Grupo”, en Temas Grupales por Autores Argentinos. Ediciones Cinco, Bs. As., 1987. –“Trabajo en lugares simultáneos y estructura carnavalesca”, en Revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo, t. II, Nº 3 y 4, Bs. As., octubre 1989.

Freud, S., Obras Completas, Amorrortu, Bs. As., 1979. 

- “Más allá del principio del placer”, en Vol. XVIII. -“Psicología de las masas y análisis del yo”, en Vol. XVII.

Heidegger, M., ¿Qué es eso de filosofía? Ed. Sur, Bs. As., 1960.

¿Qué es metafísica? y otros ensayos. Ed. Siglo Veinte, Bs. As., 1983. –El ser y el tiempo, FCE, D.F., México, 1968.        

Kristeva, J., La Semiótica. Fundamentos, Madrid, 1981. –Sentido y sinsentido de la revuelta. Literatura y Psicoanalisis. Eudeba, Bs. As., 1998.

Moreno, J. L., Psicodrama. Hormé, Bs. As., 1974. –Teatro de la espontaneidad. Vancu, Bs. As., 1977.

Nancy,J.L., Ser singular plural, Arena Libros, Madrid, 2006

Pavis, P., Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. Paidós, Barcelona, 1983.

Todorov, T.; Ducrot, O., Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Siglo XXI, Bs. As., 1981.

Winnicott, D., Realidad y juego. Granica, Bs. As., 1972.

 

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