Ensayos: "La filosofía y la utilidad de lo inútil" & "El deseo de aprender" por Renato Quezada

 

* La filosofía y la utilidad de lo inútil*







Renato Quezada









La filosofía data de hace más de 2600 años y fue de gran importancia para formar los Estados modernos, liberar a los pueblos de los feudos, de los reinos, y sembrar el pensamiento filosófico buscador de la(s) verdad(es). Hoy, a pesar de ser la razón de que exista la democracia y distintas formas de razonar, se cuestiona su utilidad y deja de ser una asignatura obligatoria en los colegios. Esto, no solo elimina una de las pocas materias que obliga a sus estudiantes a razonar críticamente, además, elitiza la filosofía, pues son, mayoritariamente, los colegios públicos los que dejarán de impartir esta materia, haciendo que solo el alumnado de colegios privados tengan clases de esta asignatura. ¿Por qué?


 La filosofía es una ciencia que pareciese ser inútil pero si indagamos encontraremos su utilidad. Es la única disciplina la cual no tiene como frutos respuestas medibles o empíricas o comprobables o tangibles, sino al contrario, sus frutos son preguntas que, al responderlas, nos acerquen a un entendimiento más profundo de nuestro entorno y sociedad. Entonces, esto abre la siguiente pregunta: ¿Por qué enseñar filosofía en los colegios, aún sabiendo que es la única ciencia que no tiene un impacto tangible en el medio y además es incomprobable y subjetiva? 


La filosofía y el razonamiento filosófico no son como las demás disciplinas y ocupaciones. No sirve al Estado ni a cualquier institución, mucho menos a la Iglesia. El impacto de un filósofo en el medio es intangible, incomprobable e irreplicable, no así, la labor de un médico, de un arquitecto o de un abogado. Las labores mencionadas anteriormente tienen un resultado tangible, visible, comprobable y concreto. La filosofía, por otra parte, tiene una labor que se reduce a razonar, criticar y cuestionar. ¿Con qué fin? Con el fin de darle un significado y/o propósito distinto y más profundo a nuestro entendimiento de las cosas, con el fin de pensar diferente al rebaño, con el fin de poder gobernar nuestro pensar y a nosotros mismos, para así erradicar la ignorancia, puesto que, ¿Acaso existe otra disciplina, fuera de la filosofía, que se dedique a criticar todo lo humanamente posible? Volviendo a la pregunta original, a mi parecer, la filosofía debería continuar siendo una asignatura obligatoria en todas las instituciones escolares encargadas de formar y educar a sus estudiantes. ¿Por qué?


Žižek argumenta que la filosofía no es esta búsqueda por la verdad absoluta, que además es inaccesible. Para él, esta disciplina nos entrega herramientas que nos sirven para afrontar preguntas y situaciones concretas de una manera mucho más amplía y abierta, sin caer en el abstractismo y la asunción de que existe una verdad única o absoluta. Para Žižek no existe la verdad absoluta de la que los no filósofos piensan que juegan los verdaderos filósofos, para él, existe una multitud de verdades para una misma pregunta. Este es el objeto de la filosofía, que exista razonamiento para generar una cantidad abundante de respuestas frente a una única pregunta. 

Carecer de la habilidad de razonar y de rechazar las nociones que somos alimentados por el inconsciente colectivo, es un error fatal. Por esto creo que es una equivocación no impartir la filosofía en las escuelas y colegios, debido a que, ¿Qué clase de personas estamos formando si no son capaces de cuestionar las verdades que se le presentan, la respuesta que otra persona pudiera tener frente a un problema, o peor aún, formular una propia que no esté influenciada por los demás?. Está claro que lo único que lograremos si continuamos por este camino, va a ser que en el futuro nadie va a, siquiera, inmutarse con lo que se le ponga delante, sino que será aceptado sin cuestionamiento alguno porque nadie tendrá la habilidad ni las herramientas necesarias para razonar. Pero, ¿Por qué y para qué cuestionar lo establecido? Si viviéramos todos en unísono y sin criticar nada, ¿No viviríamos más tranquilamente?


Tomemos el ejemplo de Simone de Bouvihaur. Ella nació en una familia clásica conservadora del siglo XX en Francia. Su educación se basaba en las clases impartidas por un abate, quien le enseñaba la verdad según Santo Tomás. Cuando el abate era cuestionado por De Beauvoir por incongruencias o cosas que no le hacían sentido, él golpeaba la mesa y decía “Lo que es, es”. Pero esto no era suficiente para ella, porque ella quería conocerlo todo y vió que la filosofía desafiaba este pensamiento cerrado con el que se había encontrado toda su vida. Para ella, esta disciplina funcionó como una suerte de despertar mental que le serviría para salir de su estilo de vida dogmático y cerrado para dar el paso a un mundo que iba más allá de de cualquier sentido global de cualquier cosa. Dejó a un lado la ignorancia del dogma para centrarse en alcanzar la totalidad de lo real. El ejemplo de Simone de Beauvoir sirve para enseñarnos que, a pesar de que vivamos rodeados de ignorantes o gente que viva en la oscuridad y la estrechez de mente, somos capaces de hacer el análisis necesario para cuestionar lo que en principio se nos muestra como absoluto, verdadero e incuestionable, pues así, es como filosofamos y salimos de la mentalidad de rebaño de la que estamos acostumbrados (algo así como lo que experimentó Neo cuando se despertó de la Matrix). Pero ¿Por qué filosofamos? ¿Qué es filosofar? Pareciera que cada filósofo tiene una respuesta distinta a estas dos preguntas.


Para algunos, como Darío Sztajnszrajber, filosofar implica cuestionar no solo las respuestas, sino también las preguntas mismas. En su análisis, Sztajnszrajber destaca la importancia de suspender la utilidad de un objeto, ese valor que la sociedad ha erigido como supremo, y explorar otros sentidos y perspectivas. Al desnaturalizar lo útil, la filosofía nos permite ver más allá de las apariencias y entender que las cosas pueden ser de otra manera. En este sentido, filosofar es un proceso dialógico e intelectual que busca generar impotencia en el funcionamiento de las cosas, mostrando sus contingencias y su posibilidad de transformación. No se trata simplemente de encontrar una respuesta definitiva, sino de obtener un entendimiento mayor sobre cualquier tema, enriqueciéndonos con las diversas respuestas que surgen durante el proceso de cuestionamiento y reflexión. Lo que contesta mi última pregunta, ¿Es la filosofía inútil?


La utilidad de la filosofía es un tema ampliamente debatido. Algunos argumentan que la filosofía no tiene una utilidad práctica inmediata, como la ciencia o la tecnología, ya que no produce resultados tangibles o soluciones concretas a problemas específicos. Sin embargo, otros sostienen que la filosofía es extremadamente útil en términos de desarrollar habilidades de pensamiento crítico, analítico y creativo, así como en la búsqueda de significado y comprensión más profunda del mundo y de nosotros mismos. Para mí la filosofía como disciplina cuestionadora y problematizadora no es sólo útil, sino también necesaria para el progreso de la humanidad y el pensamiento humano. Me parece distópica la idea de un mundo sin filosofía, donde nadie cuestiona lo que tiene enfrente, donde las masas se tragan lo que les alimenta, sin preguntarse ni extrañarse de nada, porque esto sería, finalmente, vivir sin pensar, sin razonar. ¿Cómo vamos a lograr un mundo mejor si no cuestionamos todo lo que está mal con este? Por esto debemos impartir la filosofía de manera obligatoria no solo en colegios privados, sino en todos los colegios del mundo. Nos estamos jugando el futuro de la humanidad si no les enseñamos a las futuras generaciones como filosofar y razonar críticamente.







 

*"El deseo de aprender"*





Ensayo por Renato Quezada 







Diferenciado de Argumentación y Participación en Democracia.

Marco teórico.


Este marco teórico contempla los estudios y propuestas de tres grandes personajes históricos, filósofos, psicólogos y pedagogos.


Jean-Jacques Rousseau, nacido en Ginebra, Suiza, en 1712 y fallecido en Ermenonville, Francia, en 1778, es una figura central en la Ilustración. Junto con Voltaire y Montesquieu, se le considera uno de los grandes pensadores de esta era, aunque sus ideas presentan una divergencia notable respecto a otros ilustrados. Mientras compartía el objetivo de superar el oscurantismo, sus conceptos sobre progreso y sus ideas políticas y sociales anticiparon la Revolución Francesa y el romanticismo. Su influencia en la educación, en particular, es significativa, dado que introdujo conceptos innovadores que le han valido el título de padre de la pedagogía moderna.


Aunque Rousseau es más conocido como filósofo político, su obra "Emilio, o De la educación" demuestra sus reflexiones sobre el sistema educativo. Rousseau criticó el sistema educativo de su época porque según él eran incapaces de formar ciudadanos libres y conscientes de sus derechos y deberes. Planteó que la educación debe centrarse en cultivar la libertad desde la infancia, promoviendo un aprendizaje basado en la experiencia personal en lugar de una mera transmisión de conocimientos por parte de un maestro.


Rousseau argumenta que la educación y la forma de enseñar debe adaptarse a la etapa de desarrollo del individuo, asegurando que la educación de un niño no debería ser la misma que la de un adulto. La idea central es que el proceso educativo debe permitir que los alumnos se desarrollen de manera autónoma.


Entre los principios clave de su teoría educativa, Rousseau destaca que es crucial estimular el deseo de aprender desde una edad temprana. Advierte contra la adquisición de hábitos que podrían llevar al niño a convertirse en un esclavo del sistema, abogando por una educación que comience desde el nacimiento y que considere las influencias que modelan el carácter y el pensamiento.


Nacido en Oberweißbach en 1782, falleció en Marienthal el año 1852, Friedrich Fröebel fue discípulo de Rousseau, estudió sobre todo la educación preescolar. Partiendo del principio de que la naturaleza puede manifestarse sin trabas, fomentó el desarrollo de los niños a través de ejercicios, juegos y cantos al aire libre. 


Creó el Kindergarten (jardín de infancia). Para Fröbel la educación comienza en la niñez, aseguró la importancia del jardín de infantes, un lugar donde los niños puedan introducirse a la sociedad, la cultura, la creatividad y el servicio a los demás mediante el juego y la estimulación en un ambiente de amor y libertad. Este educador estableció que no se debía tratar a este alumnado como un trozo de arcillo sino como un jardín que cuida de sus plantas con el fin de que los alumnos se desarrollen junto con el equilibrio de sus fuerzas. Hizo mucho hincapié en el hecho de que los niños deben desarrollarse en un ambiente familiar y acogedor.


Planteó cuatro conceptos claves, entre ellos: “El puerocentrismo”, que señala que todo gira en torno a las características del alumnado. “La unidad del ser”, se refiere a que la educación debe concebirse y organizarse como un proceso global e integral. 

La “Autoactividad”, significa que el alumnado sea capaz de realizar las tareas de forma espontánea. Y por último el “Respeto a la individualidad” plantea que el menor debe ser respetado y considerado como un ser en desarrollo, con el apoyo de profesionales.


Jean Piaget nació en Neuchâtel, Suiza, 1896 y falleció en Ginebra, 1980. Fue un psicólogo constructivista suizo cuyos pormenorizados estudios sobre el desarrollo intelectual y cognitivo del niño ejercieron una influencia trascendental en la psicología evolutiva y en la pedagogía moderna. Se licenció y doctoró (1918) en biología en la Universidad de su ciudad natal. A partir de 1919 inició su trabajo en instituciones psicológicas de Zúrich y París donde colaboró con Alfred Binet y comenzó a desarrollar su teoría sobre la naturaleza del conocimiento. Publicó varios estudios sobre psicología infantil y, basándose fundamentalmente en el crecimiento de sus hijos, elaboró una teoría de la inteligencia sensorio motriz que describía el desarrollo espontáneo de una inteligencia práctica, basada en la acción, que se forma a partir de los conceptos incipientes que tiene el niño de los objetos permanentes en el espacio, del tiempo y de la causa.


La idea que planteó Jean Piaget es que, al igual que nuestro cuerpo evoluciona rápidamente durante los primeros años de nuestras vidas, nuestras capacidades mentales también evolucionan a través de una serie de fases cualitativamente diferentes entre sí. Para este psicólogo el aprendizaje es un proceso de construcción constante de nuevos significados y el motor de esta extracción de conocimiento a partir de lo que se sabe es el propio individuo. Para Piaget el protagonista del aprendizaje es el aprendiz, no sus maestros o tutores. Este planteamiento es llamado enfoque constructivista y enfatiza la autonomía del individuo al momento de interiorizar conocimientos. Sin embargo esto no significa que todos tengamos total libertad para aprender ni que el desarrollo cognitivo de las personas se vaya realizando de cualquier manera.


Planteó cuatro etapas, las que denominó como etapas del desarrollo cognitivo

La etapa sensoria motora o sensoriomotriz se refiere a la obtención de conocimiento mediante la interacción física con el ambiente. La etapa pre operacional significa la capacidad de ponerse en el lugar del otro, actuar y jugar siguiendo roles ficticios. La Etapa de las operaciones concretas es cuando el se empieza a ocupar la lógica y  la razón para llegar a conclusiones válidas. Y la última etapa es la de las operaciones formales, a partir de este momento es posible "pensar sobre pensar", hasta sus últimas consecuencias, y analizar y manipular deliberadamente esquemas de pensamiento, y también puede utilizarse el razonamiento hipotético deductivo.


Jean Piaget nació en Neuchâtel, Suiza, 1896 y falleció en Ginebra, 1980. Fue un psicólogo constructivista suizo cuyos pormenorizados estudios sobre el desarrollo intelectual y cognitivo del niño ejercieron una influencia trascendental en la psicología evolutiva y en la pedagogía moderna.

se licenció y doctoró (1918) en biología en la Universidad de su ciudad natal. A partir de 1919 inició su trabajo en instituciones psicológicas de Zúrich y París donde colaboró con Alfred Binet y comenzó a desarrollar su teoría sobre la naturaleza del conocimiento. Publicó varios estudios sobre psicología infantil y, basándose fundamentalmente en el crecimiento de sus hijos, elaboró una teoría de la inteligencia sensoriomotriz que describía el desarrollo espontáneo de una inteligencia práctica, basada en la acción, que se forma a partir de los conceptos incipientes que tiene el niño de los objetos permanentes en el espacio, del tiempo y de la causa.











Jean Jacques Rousseau fue de los primeros en proponer un tipo de educación que promoviera la libertad individual y la consciencia de los derechos y deberes de cada ciudadano. Planteó que el motivo de la educación y la pedagogía es promover estos principios, puesto que sin ellos estaríamos formando esclavos del sistema, cosa que la filosofía y el pensamiento crítico de este pensador repudia. Según el pedagogo, para lograr este objetivo es necesario y primordial estimular el deseo de aprender de los alumnos, sobre todo en sus edades más tempranas. 


El discípulo de Rousseau, Friedrich Fröbel, creó el famoso y vigente “kindergarten”. Un lugar seguro y acogedor donde los infantes puedan introducirse a la sociedad mediante el juego, la estimulación mental, física y creativa en un ambiente de amor y libertad. Siguiendo los pasos de su maestro, propuso que el alumnado, en este caso infantes, no debiesen ser tratados como arcillas moldeables y maleables, sino como un jardín (garten) donde todos puedan crecer y desarrollarse por medio del equilibrio de sus fuerzas y habilidades.


Entendiendo las propuestas de este par, es fácil relacionarlos en sus deseos de instaurar una educación la cual estimule que sus estudiantes deseen aprender y buscar por voluntad propia el conocimiento. Para ellos es importante que la educación nazca del estudiantado y no de sus maestros, puesto que esto garantiza el pensamiento crítico y original de cada persona, alejándonos de la ignorancia como sociedad y asegurando futuras generaciones capaces de razonar y pensar filosóficamente.


La educación chilena está en crisis. Nos enfrentamos a una problemática que va más allá de las diferencias en la educación pública y privada, por más abismales que estas sean. A mí parecer a la base de la educación chilena debiese estar el enfoque de estimular el deseo de aprender en los estudiantes.


Los últimos años no han sido fáciles para los profesores y pedagogos. Con respecto a la calidad de la educación en Chile, ha habido un antes y un después a causa de la pandemia global que sufrimos el 2020. Esto se suma a la lenta pero venenosa erosión a la que ya venía enfrentándose el sistema educativo chileno. Además, los avances de la tecnología han significado importantes cambios en el aprendizaje. 

Lo que pasa es que, con todos los acontecimientos vividos, los alumnos empiezan a preguntarse, ¿Para qué voy a ir a la sala si el conocimiento está a un par de clics de distancia?


"El objeto de la educación es el desarrollo libre y completo de las facultades del niño" 

(Fröebel, 1826, p. 10).


Por primera vez en la historia, la propuesta de Fröebel comienza a tambalearse. De pronto, la idea del lugar acogedor y bonito, la idea del jardín, comienza a perder su reconocimiento y es desplazada por la comodidad de aprender a través de una pantalla. Esto es gravísimo, pues las aulas de clase no son solo auditorios en los que se imparten materias, son espacios en los que los alumnos se relacionan e interactúan los unos con otros. Son espacios de diálogo entre los maestros y sus alumnos, son espacios en donde uno debería recibir una educación personalizada si el profesor es lo suficientemente competente. Todas estas místicas cualidades de la educación son puestas en riesgo debido a la posibilidad de absorber conocimiento desde casa. Si bien esto puede parecer contradictorio con mi tesis, la realidad es completamente opuesta. 


"La educación debe ser una actividad que involucre al niño en un ambiente que le permita experimentar y aprender en interacción continua con su entorno" (Fröebel, 1826, p. 17).


Tener la oportunidad de aprender y absorber conocimiento mediante una búsqueda en google o cualquier otro motor de búsqueda no garantiza que los estudiantes quieran aprender por sí mismos, más aún, estimula la pereza y la desidia en cuanto a conocimientos propios, total, lo que quiera saber o aprender se puede buscar en mi teléfono y listo.


Otro grave problema al que se enfrenta la educación y el jardín de Fröebel, es el desinterés de una minoría en el profesorado por conectar y llegar a sus estudiantes. Maestros que parecen ser incapaces de conectar con sus alumnos en la forma en que estos necesitan, maestros que creen que porque la educación siempre ha sido así o se ha hecho así, entonces debería seguir así. Esto demuestra la ignorancia de algunos pedagogos y que existe un conservadurismo a la hora de enseñar. Pero los tiempos cambian, los paradigmas científicos y sociales también. Los alumnos necesitan un nuevo tipo de educación, una que pueda competir con el poco tiempo de concentración que tienen los alumnos y a la vez que estimule el deseo de aprender y saber más por parte del estudiantado mismo. 


Por otra parte, Piaget plantea que aprender depende de uno mismo, no de sus maestros, sin embargo hace hincapié en que no tenemos total libertad para aprender como queramos ni tampoco se puede dejar que el desarrollo cognitivo de las personas se vaya realizando de cualquier manera. Para esto están los profesores, para guiar el curso y mantener a sus alumnos por un camino que asegure la interiorización del conocimiento de una buena forma. Si los alumnos dejan de ir a clases porque no quieren ir o porque prefieren aprender desde la casa o de un video en YouTube, se está ignorando los estudios y la propuesta principal de Piaget. 


"El maestro debe, por tanto, ser capaz de proponer un marco estructurado en el que el niño pueda operar con libertad dentro de límites definidos, para que pueda desarrollar sus capacidades cognitivas de manera óptima." (Piaget, 1973)


El psicólogo también planteó que existen cuatro etapas del aprendizaje, las cuales están sumamente interrelacionadas con la interacción del individuo con el medio, no solo desde un aspecto sensorial, sino, además desde un aspecto social y racional que solo se logra mediante la interacción directa con otras personas durante el aprendizaje. 


Teniendo todo esto en cuenta, no se puede esperar que el deseo de aprender nazca repentinamente del estudiantado. Sí, los estudiantes deberían ser autónomos y responsables de aprender por sí mismos, pero esto no es suficiente. Debe existir un estímulo por parte de los educadores, un impulso, un incentivo, un enfoque primordial para asegurarse que los estudiantes quieran, efectivamente, aprender más allá de la preparación para un futuro académico con fines laborales, porque a través del conocimiento del mundo y de los vínculos y relaciones que formamos con nuestros pares es cómo, estos pedagogos plantearon, que aprendemos a ser personas.


Desde la experiencia personal, me siento profundamente identificado con las ideas planteadas anteriormente. En segundo y tercero básico, el lenguaje solía ser mi materia favorita, esto debido, mayoritariamente, a que la profesora Ana Sol era capaz de enseñar de tal forma que todo un curso podía sentir que estaba recibiendo una educación sumamente personalizada y única para cada uno. Cuando me cambié de colegio y llegué al San Juan, la profesora de lenguaje fallaba en conectar de la forma en que lo hacía Ana Sol, desmotivándome del área de las lenguas hasta mucho tiempo más adelante. En quinto básico conocí al profesor de matemática Patricio Calderón, era su primer año en el colegio y le tocó la jefatura de mi curso. Nuevamente, Patricio conectó a un nivel social y personal tan único que, a todos les fascinaba la asignatura de matemáticas, volviéndose mi favorita por algunos años (los que lo tuve de profesor). A mí siempre me encantó la biología, durante todo mi crecimiento y desarrollo escolar, yo estaba seguro que iba a estudiar medicina y ser cirujano. No fue hasta primero medio que conocí al profesor Gustavo Ferrada del área de biología. Bastaron un par de clases con ese profesor y todo mi interés y cariño por las ciencias naturales se desvaneció. De repente todo lo relacionado con biología me disgustaba o lo encontraba tortuosamente aburrido. Esto se debe únicamente a la carencia de conexión y habilidad para relacionarse de buena manera con sus estudiantes que tuvo ese profesor, porque a mí me encantaba biología y porque me tocó un mal profesor, todos mis deseos de ser médico se fueron. En cuarto medio conocí a Pía Robles, mi profesora en el ramo de Lectura y Escritura Especializada junto con Debate y Argumentación en Democracia, y debo decir que es gracias a ella que ha vuelto en mí el amor al lenguaje. Luego de una mala racha de 6 años estando con un profesorado de lenguaje que rozaba lo mediocre, llegó ella a ser más que una profesora, a ser una guía, una persona que te ilumina, y sin ningún ánimo de adular, simplemente una buena persona. Por todo lo antes descrito, habiendo vivido estas experiencias, es que estoy muy de acuerdo con las propuestas de Rousseau, Fröebel y Piaget


En resumen, los pedagogos y psicólogos planteados tienen la idea en común de que el espacio en sí del colegio o jardín es importante, puesto que la educación y el aprendizaje va más allá del adquirir conocimiento, sino que además es una instancia en la que uno, no solo se desarrolla psico-motrizmente, además existe un desarrollo social y comunitario que va de la mano con estar presente en espacio-tiempo dentro del “jardín”. Por todo lo anterior descrito, es sumamente importante inculcar y estimular el deseo que tengan los estudiantes de aprender, puesto que si ellos quieren ir al colegio por sí mismos y no por obligación, garantizamos el progreso académico, social y filosófico de las futuras generaciones.

















* Bibliografía.

Rousseau, J.-J. (1762). Emile, or On Education.

Fröbel, F. (1887). The Education of Man.

Fröbel, F. (1895). Friedrich Fröbel Pedagogics of the Kindergarten.

Piaget, J. (1973). To Understand Is to Invent: The Future of Education.




Renato Quezada es un joven estudiante y artista nacido en Chile. Se ha dedicado a la música, la literatura y el deporte. Es articulador de profundas reflexiones e inquietudes. Su pluma se despliega en estos dos ensayos filosófico pedagógicos. Renato además de músico gusta de la literatura, la poesía, el movimiento, el arte en general y una curiosidad e intensa pasión por el saber, la política, el amor y el misterio del universo.



























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